El viejo Eusebio Monzón llevó una caja de sardinas al número 3 de la plaza de San Miguel, en Valsequillo, hace hoy 60 años. Aquel cereto se convirtió con el tiempo en un restaurante familiar tras pasar por fases que van desde la tienda de aceite y vinagre al bar de rones, zanga y envite. Para conmemorar el hecho, el Ayuntamiento premia a la saga con placa y diploma. LA PROVINCIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario